¿Qué pruebas de diagnóstico cubre un seguro médico?
En este artículo vamos a profundizar en qué consisten, sus ventajas y otros detalles importantes que debes conocer.
¿Qué son las pruebas de diagnóstico?
Son los diferentes test y procedimientos destinados a conocer la existencia o no de una enfermedad, trastorno o patología, así como su grado de intensidad o su nivel de avance o retroceso.
Pruebas tanto de carácter rutinario como urgente, de muchas clases, que ayudan a comprobar si nuestra salud es la adecuada o cómo evoluciona una determinada enfermedad, poniendo a los servicios médicos y a nosotros mismos en la pista de los siguientes pasos a realizar para afrontarla.
Las pruebas de diagnóstico pueden detectar enfermedades y otras dolencias en el paciente; comprobar la eficacia de un tratamiento médico o una intervención quirúrgica realizada; poner en la pista a los médicos de la hoja de ruta a seguir con un determinado paciente; o darnos la tranquilidad de conocer que hemos superado una enfermedad o lesión. Son, por ello, imprescindibles de cara a que se realice un completo diagnóstico y cuidado de nuestra salud y por lo tanto una parte esencial no sólo de la sanidad pública, sino de la oferta de los seguros médicos privados.
Tipos de pruebas diagnósticas
Existen cientos de clases de pruebas diagnósticas. Muchos tipos que a su vez engloban dentro de cada especialidad decenas de procedimientos:
- Pruebas de anatomía patológica y citología
- Cardiologías
- Análisis clínicos
- Medicina nuclear
- Técnicas de diagnóstico por la imagen
- Endoscopias
- Neurofisiología clínica
- Estudios mediante otoemisiones
- Pruebas ginecológicas
- Pruebas oftalmológica
Y un largo etcétera.
Ventajas de las pruebas diagnósticas del seguro privado
La sanidad privada ofrece al cliente importantes ventajas en muchos aspectos. No sólo porque ofrece coberturas adicionales que habitualmente no permite la pública, como la posibilidad de una segunda opinión médica, sino con respecto a la realización de pruebas diagnósticas.
El sistema privado amplía la oferta de éstas y además minimiza el proceso de espera para el paciente. De rebote, además, ayuda al descongestionamiento del saturado sistema público, propiciando a agilizar las famosas listas de espera. Así que grosso modo los seguros privados suponen dos grandes ventajas en este terreno: variedad y rapidez.
Qué pasa con las carencias y las preexistencias
Eso sí, cuando nos referimos a una póliza de salud siempre habrá que tener en cuenta dos conceptos importantes como son los periodos de carencia y las preexistencias. Los primeros son los plazos de tiempo que establecen las aseguradoras desde la fecha de contratación de la póliza por parte de su cliente, breve periodo durante el cual no se puede utilizar un servicio determinado (en este caso, una prueba diagnóstica) para evitar que se realice un uso abusivo o interesado de la póliza.
Las segundas son las patologías, lesiones o secuelas previas que tiene alguien antes de contratar un seguro de salud, y que la compañía aseguradora debe conocer a la hora de aceptar la suscripción del contrato o incluir cambios en la confección del mismo. Esto incluiría las pruebas médicas que se permitieran o no realizar como parte de la cobertura de la póliza.
Pruebas con autorización
Un seguro de salud privado integra en su cobertura numerosas pruebas diagnósticas, pero es difícil que incluya todas. Existen test muy costosos que por ese motivo no forman parte de las garantías habituales de un seguro médico… o pueden hacerse únicamente tras una autorización de la compañía de seguros.
El cliente, por lo tanto, debe ponerse en contacto con su aseguradora y la compañía estudiar su caso particular para aceptar o no la programación de la prueba.
¿Qué pruebas ofrecen los seguros médicos y en qué modalidades?
Copago
En las modalidades de seguros de salud de cuadro médico sin hospitalización o con copago las primas a pagar suelen ser muy económicas, aunque luego haya que abonar una cantidad extra por el uso de los servicios de asistencia sanitaria como destacábamos en nuestro artículo sobre los copagos.
En lo que respecta a las pruebas de diagnóstico, estos suelen ser de baja cuantía en muchas de ellas (radiografías, radiologías, ecografías, revisiones cardiológicas u oftalmológicas, análisis clínicos, electrocardiogramas). Suponen un desembolso algo más elevado en el caso de otras pruebas diagnósticas complejas y costosas como resonancias magnéticas, colonoscopias, endoscopias, escáneres, tomografías axiales computerizadas o eco-dopplers en color.
Cuadro médico
Las primas en las modalidades de cuadro médico sin copagos tienen un coste mayor que en las anteriores, pero estos productos habitualmente incluyen entre sus coberturas numerosas pruebas -generalmente las menos costosas que citábamos en el apartado anterior-; las más caras, en cambio, pueden no estar contempladas en la póliza o requerir de autorización por parte de la compañía aseguradora.
Reembolso de gastos
Lo habitual en este caso es que se apueste por un seguro mixto, con lo que las pruebas de diagnóstico incluidas en el cuadro médico de la aseguradora se corresponderían con el apartado anterior.
En lo que respecta a las excluidas deberíamos abonar el coste de la prueba al visitar el centro médico correspondiente y más adelante la compañía de seguros nos devolvería un alto porcentaje de esa cantidad.
Hay que señalar además que, como es obvio, existen otros factores que influyen en el precio final a desembolsar por nuestro seguro de salud, como la edad, el trabajo o las circunstancias personales de salud de cada uno.
Pruebas diagnósticas principales
Un seguro de salud incluye un abanico muy amplio de pruebas de diagnóstico, aunque bastantes de ellas no forman parte del seguro básico y para tener acceso a las mismas debamos hacernos con una cobertura ampliada o pagarlas como un servicio aparte merced a los copagos.
Citamos algunas de las pruebas diagnósticas principales que puede cubrir un seguro médico competitivo:
- Test Anatomía patológica y citología.
- Cardiología: coronografías; ecocardiografías; electrocardiografías; cateterismos; pruebas de esfuerzo.
- Análisis clínicos: pruebas bioquímicas; enzimáticas y radioinmunoensayos; análisis de sangre, orina, heces, y saliva; seminogramas.
- Medicina nuclear: tomografías por emisión de positrones (PET); estudios nucleares con gammagrafías de hígado y vías biliares, tiroides, óseas, pulmonares y cerebrales.
- Técnicas de diagnóstico por imagen: ecografías; mamografías; radiologías; eco-dopplers; densitometrías óseas; resonancias magnéticas; punciones y aspiraciones de órganos; tomografías axiales computerizadas (TACs).
- Endoscopias: broncoscopias; endoscopias digestivas; cistoscopias; cistometrías; urodinamias.
- Neurofisiología clínica: electroencefalografías; electromiografías; potenciales evocados; polisomnografías;
- Estudios mediante otoemisiones.
- Pruebas ginecológicas: amniocentesis; papanicolaus (citología vaginal); histerosalpingografías.
- Pruebas oftalmológicas: fundoscopias; agudezas visuales; tonometrías; campimetrías; angiografías de retina; tomografías de coherencia óptica.
Conclusión
Este artículo ha servido para probar no sólo en qué manera es relevante la realización de pruebas en el cuidado de la salud de cada persona, sino en qué modo esta esencial rama sanitaria se ha convertido en una parte fundamental de la oferta aseguradora y la contratación de seguros médicos.
Por ello, como clientes debemos informarnos de las coberturas sanitarias y condiciones que nos ofrece en materia de pruebas de diagnóstico la compañía por la que hayamos decidido apostar.
Será un aspecto decisivo a la hora de elegir uno u otro producto, estimando siempre cuánto puede costar nuestro seguro de salud, y posteriormente un derecho esencial del que disfrutaremos como asegurados.