Problemas de Visión en Niños y Enfermedades Habituales

Problemas de visión en Niños y Enfermedades Habituales

Problemas de visión en Niños y Enfermedades Habituales

Unos ojos y una vista saludables son elementos fundamentales para el correcto desarrollo del niño, al ejercer un papel primordial en su aprendizaje.

Los ojos de cualquier menor deberían someterse a revisiones oculares periódicas, puesto que, si se actúa con rapidez, diversos problemas de la vista y enfermedades oculares tienen fácil tratamiento.

En esta entrada nos dedicaremos a citar algunos de los problemas de visión más comunes en niños, así como las principales causas, síntomas y una serie de consejos para prevenir posibles eventualidades. Continuad con los ojos bien abiertos.

Problemas de vista más comunes en niños

 

Ojo vago

Este es uno de los principales motivos de pérdida de visión durante la etapa infantil, y consiste en la disminución de la agudeza visual de cualquiera de los dos ojos sin que tenga lugar una alteración estructural en dicho ojo.

Tiene su origen en las imágenes que el cerebro procesa ya que, si percibe una mayor nitidez en uno de los ojos, de alguna forma anulará la señal del otro ojo, lo que dará lugar a una progresiva pérdida de visión.

El ojo vago también puede desencadenarse por una falta de corrección a tiempo de cataratas congénitas en niños pequeños. Sobre ello le hemos preguntado al Dr. José Lamarca, especialista en oftalmología del segmento anterior, trasplantes y cirugía refractiva de la Clínica Barraquer de Barcelona. Puedes verlo en el siguiente vídeo:

Astigmatismo

El astigmatismo se puede presentar también entre los más pequeños y consiste en una alteración de la vista provocada por una variación de la forma de la córnea, la cual, en vez de ser redonda, presenta un ligero achatamiento en los polos, razón por la cual aparecen distintos radios de curvatura en los ejes principales.

Ello da lugar a una mala visión desde todas las distancias, afectando de esta manera tanto a los objetos más próximos como a los más lejanos.

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Miopía

Cada vez es más común en cortas edades, normalmente a partir de 5 años, y es una de las principales causas, según diversos estudios, del fracaso escolar en menores. El déficit de visión se produce porque el ojo tiene una longitud axial superior a lo normal.

El problema de este tipo de enfermedades visuales en los niños es la comunicación, puesto que la costumbre hace que les resulte muy complicado expresar que no ven bien y ello conlleva una adaptación a esta situación, por lo que es indispensable la revisión de la visión en todos los niños al menos dos veces antes de los 7 años.

Hipermetropía

A diferencia de la miopía o el astigmatismo, las personas hipermétropes tienen una mejor visión en largas distancias, por lo que podría pasar desapercibido sin una correcta revisión, pero no ven bien los objetos cercanos. La causa de esta imagen desenfocada y borrosa puede depender de la córnea, del cristalino o de la longitud anteroposterior del globo ocular.

Estrabismo

Es una alineación incorrecta de los ojos que padecen alrededor del 4% de los niños y se trata de un defecto visual que consiste en la pérdida de paralelismo de los ojos, de modo que cada ojo mira en una dirección.

En este caso, los ojos se orientan hacia dentro, hacia fuera, hacia arriba o hacia abajo e incluso puede ocurrir que sea únicamente uno de los ojos el que se desvía. Existen, por tanto, diversos tipos de estrabismo y a menudo requieren para su corrección de una intervención quirúrgica.

Causas principales de los problemas de visión en niños

Cada problema ocular responde a una serie de características o circunstancias. Aquí tenemos algunas de ellas:

  • Factor hereditario: si ambos padres padecen algún tipo de problema en la vista, existen más posibilidades de que el primogénito pueda heredar algún tipo de deficiencia visual.
  • El uso de dispositivos digitales: cada vez iniciamos antes a los niños con las tablets, móviles u ordenadores, algo que no beneficia a la vista. Por eso, nuestra recomendación es que, siempre que se pueda, hay que intentar que los niños pasen al menos dos horas diarias en espacios abiertos, puesto que contribuye a reducir el riesgo de desarrollar miopía. Además, conviene vigilar la distancia respecto al televisor.
  • Incorrecto uso de la luz: al jugar, leer o estudiar, conviene vigilar el entorno y atender que este goce de una luz apropiada, siendo lo aconsejable la luz natural del sol y una luz secundaria como un foco o flexo enfocando el principal objetivo. La zona de trabajo y lugar de aprendizaje tiene que disponer por tanto de buena iluminación.
  • Deficiente alimentación: siempre es un factor clave a lo largo del ciclo de vida. Mantener una correcta ingesta de alimentos que contienen nutrientes y vitaminas que ayudan al correcto funcionamiento de la vista. Entre ellos: la zanahoria, el brócoli, los anacardos o los arándanos, alimentos ricos en vitamina A y vitamina C.

Síntomas para saber si existe un problema de vista

Algunos de estos problemas son asintomáticos, es decir, no se presentan síntomas o el niño no los explica (a diferencia de un dolor abdominal por ejemplo), la percepción del déficit visual es subjetiva y difícil de transmitir para un niño tan pequeño que nunca ha visto bien del todo, como en el caso del ojo vago, puesto que el niño al ver bien con uno de los dos ojos lo compensa y se desenvuelve con naturalidad; o también en algunos tipos de estrabismo que se manifiestan de manera ocasional y que atienden a factores como cansancio, sueño o fiebre, por lo que pueden pasar desapercibidos.

Pero aquí enumeramos algunas pequeñas pistas para que aquellos padres observadores puedan sacar sus conclusiones a raíz de estos comportamientos y detectar problemas visuales:

  • No presta atención a personas u objetos a cierta distancia.
  • Se frota los ojos con frecuencia.
  • Presenta una especial sensibilidad a la luz.
  • Se acerca los objetos a una distancia muy próxima a la cara.
  • Presenta dificultades en tareas escolares, sobre todo la atención y la memorización. Es importante observar su relación con los libros, porque su actitud frente a ellos encierra la mayoría de las respuestas sobre enfermedades visuales en niños.
  • Guiño constante de los ojos al ver la televisión.
  • Dolor de cabeza habitual o mareos.
  • Enrojecimiento de los ojos.
  • Fatiga.

Complicaciones en la vista

No queremos ser alarmistas, este es un artículo sobre problemas comunes que pueden desarrollar los más pequeños y que, en la mayoría de los casos y al detectarse de manera precoz, suelen tener solución al existir distintas formas de tratamiento ajustadas a la necesidad de cada paciente, como el uso de gafas, parches o leves cirugías.

Como siempre, recomendamos la visita periódica al oftalmólogo pediátrico para realizar revisiones, antes de los 8 años.

Consejos para prevenir problemas de visión en los niños

Algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenir problemas oculares en los niños y bebés son:

  • Hay vida más allá de la pantalla. Cuando las circunstancias lo permitan, hay que hacer lo posible para animar a nuestro hijo a que practique actividades al aire libre más allá de verlas a través de una red social, para compensar de alguna forma el excesivo uso de la visión cercana que traen consigo el estudio y el entretenimiento digital.
  • La importancia de los descansos. Es aconsejable que los más pequeños puedan descansar 5 minutos después de, como máximo, una hora leyendo, estudiando o jugando con el ordenador, para que puedan apartar la vista de lo más cercano y “perderse en el horizonte”.
  • Vigilar el sistema de climatización. Hay que controlar la calidad del aire, puesto que el exceso de calefacción en invierno y de aire acondicionado en épocas de mucho calor puede ocasionar irritaciones y sequedad en los ojos. Por eso, una buena solución es el uso de humidificadores que permiten mejorar la calidad del aire.
  • Protegerse del sol. Conviene recordar que los ojos de los niños son hasta tres veces más sensibles que los de los adultos, por eso conviene recordar que se pueden desarrollar ciertas patologías oculares causadas por la excesiva exposición al sol.
  • Y como nunca está de más repetirlo, hay que realizar revisiones anuales para seguir la correcta evolución y desarrollo de la visión de los más pequeños. Y todos estos consejos, son válidos también para todos los adultos, que no dejan de ser aquellos niños con unos cuantos centímetros y responsabilidades de más adquiridas con el paso de los años.

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